domingo, 5 de octubre de 2008

Otras tendencias




Dejar de horrorizarnos con el estado de las cosas
sería un comienzo,
Perder la zozobra frente a la conquista, frente a la derrota,
su fastuosidad de Hombres.
Rezongar tristemente, pálidamente junto a la tos
que nos acompaña
Para ceder a la risa de la vida y de la muerte con Tuñón,
Ser exquisitos en cuánta congoja y júbilo!
Hablar con nuestras manos al ominoso tacto
Y no mentir
Y decir: Sí
Sin grandiosidad, casi apagados
Para hallarnos en el rumor que vela nuestra proximidad
/entre los buenos malos hábitos
Volver fieles los signos inciertos que nos convocan al mundo
/interpretado
Desistir del lustre, de la decadencia,
De los trágicos finales,
De los finales… su ficción en la instancia, su artificio de despedida,
/sus certámenes siempre algo ridículos
En suma,
Callar y soltar palabra
O no
Pero entonces qué hacer con el olvido.

2 comentarios:

dani dijo...

ojalá alguna vez haga uso de este magnífico espacio para develar los ingredientes de ese trago mágico que se sirve en Otamendi.
ojalá.
lo felicito por el blog, de corazón. es un orgullo para esta humilde cronista charlar con usted.

abrazo.

Mr. P dijo...

ir más allá del bien y del mal y, nada más, tocar la piel (y enamorarse)